Introducción
El escenario económico global vive una nueva sacudida: Estados Unidos ha impuesto un arancel del 25% a la importación de vehículos y autopartes, lo que está impactando fuertemente a las grandes automotrices, modificando las decisiones de inversión, alterando los flujos de comercio y afectando la demanda en el mercado. En este artículo, exploramos las repercusiones financieras para las empresas automotrices, la reacción del mercado de autos eléctricos, y cómo todo esto afecta directamente al sector automotriz mexicano.
Aranceles del 25%: el nuevo frente de batalla
El gobierno de Estados Unidos ha reactivado una política comercial agresiva al imponer aranceles del 25% a vehículos y componentes importados. Aunque se presenta como una estrategia para incentivar la manufactura local, el impacto ha sido directo en las operaciones globales de empresas como General Motors, Ford, BMW y Toyota.
- GM ha anunciado que pagará entre 4,000 y 5,000 millones de dólares en aranceles durante 2025, lo que reduciría hasta un 25% de su utilidad neta.
- Ford evalúa subir los precios de sus nuevos modelos y estima una carga de aranceles global de hasta 108,000 millones de dólares.
El «efecto pánico» y la desaceleración del consumo
En los meses previos a la entrada en vigor de los aranceles, las ventas de autos en EE.UU. se dispararon, motivadas por el temor a futuros aumentos de precios. Sin embargo, en junio las ventas cayeron al nivel más bajo en un año: un ritmo anualizado de 15 millones de unidades.
- Precio promedio de los autos: entre 46,000 y 49,000 USD.
- Se espera que esta tendencia continúe a medida que los costos se transfieran al consumidor.

Impacto directo en México: una cadena vulnerable
México, como uno de los principales exportadores de autos y autopartes hacia EE.UU., enfrenta un reto mayúsculo. Aunque las exportaciones bajo el T-MEC están parcialmente protegidas, muchas marcas que operan en México también producen para el mercado global, lo que las expone a aranceles indirectos.
- El sector automotriz representa cerca del 3.5% del PIB mexicano.
- Marcas como BMW y Audi, con plantas en San Luis Potosí y Puebla respectivamente, podrían reconfigurar su logística para evitar cargas impositivas.
- La incertidumbre afecta la atracción de nuevas inversiones extranjeras al país.
Los autos eléctricos también se tambalean
Aunque Tesla fue una de las grandes beneficiadas en años anteriores por subsidios a EVs, el panorama está cambiando. El posible fin del crédito fiscal de $7,500 USD para vehículos eléctricos afecta su competitividad, justo cuando su cuota de mercado cayó a 8.7% en junio. Además, marcas chinas y europeas también enfrentan restricciones arancelarias, lo que frena su entrada al mercado estadounidense.
- La demanda por EVs se está desacelerando.
- Se prevé que los híbridos mantengan mejor dinamismo en el corto plazo.
Reacción macroeconómica y de mercados
La Reserva Federal de EE.UU. pausó los recortes a las tasas de interés debido a las presiones inflacionarias que generan estos nuevos aranceles. A nivel global, la volatilidad en los mercados financieros ha incrementado y los inversionistas están ajustando sus estrategias.
Conclusión: El reto de adaptarse en medio del proteccionismo
Más allá de los efectos inmediatos, el giro proteccionista de Estados Unidos podría generar un rediseño estructural de las cadenas globales de producción. México está en la línea de fuego: puede convertirse en un ganador si se adapta rápidamente y renegocia ventajas dentro del T-MEC, o bien, perder atractivo ante la incertidumbre.
Para empresas mexicanas del sector leasing, como Lendi, este es un momento clave para asesorar a empresas que buscan renovar flotas con estrategias financieras inteligentes, considerando el nuevo panorama de precios y regulaciones.